Cuento #1 La Carta Bajo La Almohada

La carta que me destruyo

sobrellevar una ruptura no es nada facil, asi que decidi hacer este cuento y es el primero que escribo, lo escribi hace un año.espero que tambien los ayude un poco a ustedes que han pasado por algo similar.gracias a los que me leen.gracias por tomarse su tiempo para leer mis escritos y un poco de mi vida.aqui les dejo mi primer cuento y espero subirles mas.no soy tan buena en narrativa pero este espacio tambien sirve para aprender.gracias de nuevo y espero les guste.

La carta bajo la almohada

Karina se levantó a las 8:00 A.M. del domingo 15 de diciembre, al ver que su prometido no estaba, decidió dormir un rato más, al estirar la mano hacia la almohada donde duerme su prometido encontró una carta. Le parecía algo extraño porque Enrique no era de “esos” hombres que dan detalles.

Desdobló la carta sutilmente y empezó a leer

Mi querida Kary
te escribo estas líneas porque no sé cómo verte a la cara después de haberte mentido, te engañe.
Estoy saliendo con alguien más, no quiero lastimarte y no quisiera  ver tu rostro empapado con la lluvia que cae de tus ojos,  por eso que te escribo. No tengo manera de mirarte a la cara después de lo que hice,mereces a alguien mejor que yo.

Karina dejo de leer por un momento,no podía contener más las lágrimas y sintió un tremendo golpe en el corazón, gritó, abrazó la almohada y siguió leyendo.

Eres hermosa mi querida kary pero lo nuestro no puede ser, nuestro amor se marchitó muy pronto, se murió, se congeló. No puedo amarte mas, espero algún día puedas perdonar el dolor que te he causado, sé feliz, sé que alguien llegará a amar ese lindo corazón que tienes y esa nobleza que te caracteriza.
Me despido.

Un beso
-Enrique

Karina en ese momento quedó en shock, solo quería llorar y dejar de sentir ese golpe en el pecho.

En ese momento a Karina se le vino el mundo encima, no sabía qué iba hacer de su vida, ahora sin aquel hombre que pensó se casaría para algún día, creyó que con él haría una vida, formaría un hogar.

Le sacudió el alma de una forma inesperada, le movió cosas que nunca había sentido. Enrique era su primer novio y como toda mujer piensas que con el primer hombre que llega a tu vida, formaras un hogar y una vida.

lloro toda la noche junto a la carta y velo aquellos recuerdos que dejó Enrique, Decidió emprender un nuevo camino, una vida nueva, una nueva Karina.

Al día siguiente por la mañana se preparó su té de manzanilla, para relajarse.

Pensó que sería algo difícil de asimilar y olvidar pues no fue nada fácil estar con alguien durante 3 años y medio. Tuvieron sus altas y bajas como toda pareja, ella creía que él era el amor de su vida.

Un mes después de lo ocurrido, se enteró que enrique está a punto de casarse, le duele pues ella aun estaba enamorada de él

Estaba muy dolida por la traición, ante su familia y amigos ella sonreía como si no hubiera ocurrido nada pero por dentro, tenía una espina clavada en el corazón. Noche a noche lloraba en su cuarto, desvelándose entre los recuerdos, fotos y una que otra carta.

Lo único que la ayudaba en esos momentos difíciles era escribir,todos los días escribía el tan famoso ”día uno sin ti”

Se desvelaba entre letras y una copa de vino, era un desahogo para ella, entre sus pensamientos decía que era una terapia para aliviar el dolor.

Un día sin pensarlo se metió a unas clases de poesía, quería entenderse a sí misma, enfrentar el dolor, de una forma poética.

Tomar esas clases le ayudó, pues así comprendió todo lo que sentía, se enfrentó al dolor, cada poema que escribía sentía un alivio al corazón. hizo nuevas amistades  y tomó el riesgo de ser publicada como parte de un pequeño libro.

Meses después, fue a la librería y ahí encontró por primera vez plasmadas sus vivencias,se sentía orgullosa de su logro.

Aprendió que todo pasa por algo, que aquel hombre que la hizo sufrir, no valía la pena, hasta dio las gracias por haber sufrido, si no hubiera conocido el dolor, no hubieran salido tantas bellas rimas como las que plasmó en cada poema.

Comprendió que la vida trae sorpresas, que hay que recibir cada dolor como una bendición. Aprendió a plasmar sus sentimientos en una hoja en blanco. A dialogar con su interior.